debido a los problemas de educación y salud que generan condiciones de marginación entre la población indígena existe otro elemento importante que agrava la situación: las diferencias de género. se puede afirmar que la mayoría de las mujeres indígenas son más pobres, mas analfabetas, han recibido menos educación y tienen mayores problemas de salud que los hombres, también, son mas susceptibles de ser victimas de violencia familiar. Esto se debe a la desigualdad de género existente en las sociedades indígenas y en toda la sociedad mexicana, que relega a las mujeres a una posición subordinada respecto a los hombres, devaluando su trabajo y su contribución indispensable a la vida familiar y social.
si bien las cosmovisiones indígenas reconocen la importancia y el valor del polo femenino del cosmos, los sistemas de gobierno y jurídicos de las comunidades suelen negarle derechos. un indicador que refleja la situación de las mujeres indígenas es el de su fecundidad, el número de hijos que tienen en promedio. a nivel nacional es de 2.5 por mujer, pero entre las mujeres indígenas es de tres.
En Chiapas y Guerrero la tasa sube a 4.4% y 4.5%, respectivamente. Esto significa que las mujeres indígenas empiezan a tener hijos mas jóvenes (en promedio a los 18 años) y pasan mas tiempo embarazadas y criando a sus hijos, lo que reduce sus posibilidades de estudiar y trabajar fuera del hogar para ganar dinero por su cuenta. Las mujeres indígenas en edad reproductiva también tienen riesgo mayor de desnutrición, lo que afecta su salud física y la de sus hijos.
En Chiapas la estatura promedio de las mujeres de esta edad es de 1.46 cm, 14 cm menos que el promedio nacional. Hay que señalar, sin embargo, que tener muchos hijos en el campo no es lo mismo que en la ciudad. En las regiones rurales los hijos pueden ayudar al trabajo de sus padres desde muy pequeños, convirtiéndose en una fuente de riqueza para la familia. Ésto es una de las causas de la deserción escolar entre los niños indígenas.
por otro lado, significa que reducir la tasa de natalidad en las comunidades indígenas no necesariamente es tan benéfico para las mujeres y para las familias, como lo es en las zonas urbanas, pues les quita un elemento que contribuye al bienestar familiar. Este ejemplo muestra que las soluciones a los problemas de las mujeres indígenas deben ser buscadas y decididas ellas mismas, de acuerdo con sus necesidades y sus valores.
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